La primera vez que pisé Gómez Palacio, Durango, una ola de calor me abrazó todo el cuerpo y pensé que hasta Lucifer podría sudar allí, era pleno julio y algunas gotas de lluvia se habían asomado por esos lares durante el temporal, los lugareños emocionados decían: “¿A poco no está bien verde?”, y yo sólo veía unos cactus y árboles de mediana estatura florecer.
Desértica, con temperaturas que en verano llegan a rebasar los 30°C, pero de gente amorosa, con un acento norteño exquisito, cuna revolucionaria, cultura ganadera y una gastronomía que enaltece la carne, ¡así es la Comarca Lagunera! Región que contempla las ciudades duranguenses de Gómez Palacio y Lerdo; así como las coahuilenses de Torreón y Matamoros.
Te invitamos a dar un tour que seguirá los pasos de Francisco Villa, Francisco I. Madero y Francisco Sarabia (piloto aviador que en el siglo XX impuso el récord del viaje más corto entre la Ciudad de México y Nueva York en tan sólo 10 horas) en medio de paisajes desérticos y minas, hasta llegar a un oasis de cultura vinícola: Parras, Coahuila.
¡Anda… Mapea la ruta con nosotros!
Mapimi y Puente Colgante de Ojuela
Mapimi es considerado Pueblo Mágico y visitarlo te remontará a paisajes del siglo XIX. La historia de su fundación data de 1598, y la opulencia que trajo en los siglos XVIII y XIX la extracción de oro en sus minas cercanas como la de Santa Rita; la dotó de haciendas y casonas que aún visten sus calles.
Una vez en Mapimi es desviación obligada el Puente Colgante de Ojuela. Para llegar a él pasarás por caminos estrechos donde apenas cabe un carro y los acantilados rocosos son perfectos para la foto. Fue construido en 1892 y fue una verdadera obra de ingeniería de su tiempo, a 95 metros de altura y 318 de longitud todo para unir los cañones con la mina.
Ahora además de poder ver este gran puente, vagarás por el pueblo fantasma de Santa Rita, en donde el murmullo de la minería e historias de antaño se respiran en aires desérticos.
A comer discada
Toda la Comarca Lagunera comparte platos regionales, desde sus gorditas, tortillas de harina, lonches gigantes, pero para ser honestos, la reina de la gastronomía de la zona… ¡Es la discada!
Cuenta la historia que el platillo lo inventó un campesino que al estar arando la tierra, el hambre le alcanzó y al no traer qué comer limpió y curó su disco y utilizó carne de venado que cazó y mezcló con jitomates y verduras que la tierra le ofrecía.
Ahora, la receta lleva carnes de res, cerdo, chorizo, tocino, salchicha, jitomate, cebolla y más ingredientes de acuerdo con la costumbre familiar, lo cierto es que no hay lagunero que no te invite a probar la discada de su hogar.
En Gómez Palacio cada año realizan el Festival de la Discada, hay concursos y más durante el mes de septiembre. En cualquier fecha, alrededor de la plaza podrás preguntar por restaurantes donde probarla.
Museo Francisco Sarabia
“El Conquistador del Cielo” te da la bienvenida al Museo de Francisco Sarabia, en la ciudad de Lerdo, Durango. Se trata del avión del piloto que realizó el primer viaje sin escala de la Ciudad de México a Nueva York en poco más de 10 horas.
Francisco Sarabia era un audaz de los cielos y un amante de los viajes a larga distancia, él y sus naves surcaron las nubes de CDMX, Yucatán, Chiapas y más. Al visitar su museo conocerás cómo en los años 30’s, Francisco Sarabia era capaz de viajar sin escalas al elevarse y apagar el motor para después planear y de esta forma, ahorrar gasolina.
Su alma intrépida dejó de existir en su vuelo de regreso de Nueva York a Ciudad de México, después de su gran osadía. En el museo encontrarás su traje de piel, diarios, licencias y su avión, el segundo ejemplar en el mundo.
Centro Histórico de Torreón
Impregnada de historia revolucionaria, Torreón es cuna de la identidad mexicana actual, de esas anécdotas del siglo pasado de hombres de sombrero y a caballo, de trenes que se perdían entre las vías al alejarse de la ciudad.
El Centro Histórico de Torreón está custodiado por hermosos edificios como el antiguo Banco Chino, el Hotel Palacio Real, el Teatro Nazas y hasta un túnel conocido como el Canal de la Perla o la Plaza de Armas, algunas conservan tanto la historia revolucionaria que en sus paredes aún es posible ver cañonazos o pocillos ocasionados por las balas durante la Revolución Mexicana. ¡Torreón fue tomada cuatro veces durante la guerra!
Casa Madero
Añoramos los vinos chilenos, argentinos, españoles o los paisajes de vides de Napa, EE.UU., pero pocos saben que la bodega vinícola más antigua de todo el continente americano se encuentra en México justo en Parras, Coahuila, y sólo tienes que viajar al oriente unas dos horas en auto desde Torreón hasta llegar a Casa Madero o Hacienda San Lorenzo.
Lejos del bullicio citadino, desde que entras a Parras (Pueblo Mágico), se respira tranquilidad y un ambiente donde el tiempo es respetado, tal como el proceso de un vino. Da una vuelta por la ciudad, prueba sus dulces típicos con nuez y contempla sus casitas de techos de madera que contrastan con haciendas de grandes portones e higos que dan la bienvenida.
Cuando llegues a Hacienda San Lorenzo, asegúrate de explorarla como se debe. Esta vinícola ha estado en funcionamiento desde 1597 cuando el gobernador de la Nueva Vizcaya, Diego Fernández de Velasco, entregó la merced autorizada por el Rey Felipe II para sembrar vid y producir vinos y brandy en esas tierras.
Es en 1893 cuando Don Evaristo Madero patriarca de la familia Madero y quien fuera abuelo del ex Presidente Francisco I. Madero, quien adquiere la vinícola con su nombre actual de Casa Madero. Puedes pasear por la Hacienda, los viñedos y contratar degustaciones de sus diversos vinos, que son guiadas por sus expertos enólogos, todo con un costo y sujeto a la disponibilidad del día.
Casa Madero será el punto máximo para cerrar este viaje cargado de historia, gastronomía y orgullo mexicano.
Sus diferentes líneas de vinos han recibido premios internacionales desde 1989 y medallas de oro, plata y bronce en otros concursos como el Spirits Selection by Concours Mondial de Bruxelles. Además en 2012 se convirtió en el primer viñedo mexicano certificado como orgánico.
