Aquí nadie muere

En un mundo y un momento de la humanidad donde los titulares se atiborran al contabilizar muertes, imagina que a tus manos llega un libro que en su primera oración diga: “Al día siguiente no murió nadie”.

Justo así comienza la novela Las intermitencias de la muerte, del premio nobel de la literatura José Saramago. El escritor portugués te sitúa como lector en medio de un país donde un día la muerte decidió ponerse en huelga, esa huesuda, sombría y con guadaña figura con la que asociamos a la muerte (y a la que muchos temen) de buenas a primeras decidió dejar de pasar por esta nación ficticia.

Pensar por un momento en la inmortalidad deja un halo de victoria en nuestro ser, ¡oh la eterna juventud! Pero… no te adelantes, nadie habló de no envejecer, en Las intermitencias de la muerte los ciudadanos de este país siguen viviendo vidas ordinarias, con la aparición de arrugas, enfermedades, accidentes catastróficos, suicidios frustrados, todo, absolutamente todo pasa, pero nadie muere.

Lo que inicia como un júbilo multitudinaria se convierte en caos, crisis económica, social, política y la sensación de un pueblo de estar atrapado entre la nada.

Saramago plasma en esta obra su elocuencia, su narrativa profunda y esa habilidad de hacerte entender de un modo sugerente que la muerte nunca ha sido enemiga de la humanidad.

MÁS DEL AUTOR

José Saramago fue escritor, dramaturgo,periodista y novelista portugués; amante de la ironía para poner ante el ojo humano nuestro burdo comportamiento, su singular estilo lo hizo acreedor del Premio Nobel de la Literatura en 1998.

Letrado por vocación y no de escuela le regalo al mundo una decena de títulos que valen la pena leerse, aquí otras recomendaciones:

Alzado del suelo (1980)
El evangelio según Jesucristo (1991)
Ensayo sobre la ceguera (1995)