UN REFUGIO ECO-CHIC EN MEDIO DE LA SELVA: AZULIK

Tulum es uno de los lugares más bellos para disfrutar días fabulosos cerca del mar y en armonía con la naturaleza, precisamente ahí es donde se encuentra Azulik, un hotel eco-friendly que incluye en su arquitectura detalles sofisticados que combinan las formas orgánicas del espacio.

Azulik se encuentra enmarcado por la selva maya y el mar de Tulum, los huéspedes pueden andar descalzos por las instalaciones y sentirse en completa libertad.

Es un resort exclusivo para adultos, cuenta con siete villas de madera con decoración rústica pero elegante, que fusiona la jungla tropical con un estilo moderno y minimalista. Cada una tiene un kit de amenidades artesanales y una tina para gozar de baños relajantes con agua proveniente del cenote.

Es ideal para aquellos viajeros que deseen desconectarse, reconectar con el entorno y consigo mismos, ya que el uso de electricidad es restringido.

El proyecto a cargo de Roth Arquitecture, una firma de arquitectura contemporánea, buscaba intervenir el espacio sin destruirlo y respetar el relieve original del lugar, motivo por el cual no utilizaron maquinaria pesada.

SUEÑO JUNTO AL MAR

Las habitaciones son una de las piezas claves de la experiencia, y en este caso, las siete villas de Azulik ofrecen una estancia acogedora, pero sobre todo, única.

Cada una de ellas ofrece una vista idílica al mar, además se encuentran arropadas en medio de la selva y fueron diseñadas para crear una atmósfera de descanso y con uso limitado de la tecnología, lo que permite una verdadera conexión.

ORGÁNICO Y ARTESANAL

Al entrar a la villa, al igual que el resto del hotel, te sorprenderá su decoración, la cual mantiene su esencia y arquitectura con pisos de bejuco, maderas y diseño cuya pieza central es cuidar las figuras geométricas que se crean de forma natural.

Las habitaciones están equipadas con cama redonda y elevada, espejos geométricos, escalera privada a la playa, bañeras, tinas al aire libre, cama balinesa colgante, terraza privada y otros elementos.

La villa favorita es Luna, ideal para pasar momentos románticos y un espacio que ofrece además un masaje en pareja, comedor al aire libre y columpio exterior con vista al mar.

Las villas tienen nombres relacionados con su hábitat: agua, mar, cielo, luna, selva, maya y azteca, ¡todas en sintonía con el medio ambiente!

EN ARMONÍA CON LOS SABORES

Comer con vista al mar es un privilegio, pero ahora imagina que la experiencia sube de nivel con una postal que se complementa con una vista al verde de la selva y ¡en las alturas!

Una experiencia que solo es posible en Kin Toh, uno de los restaurantes que se asemeja a una casa del árbol ¡con nidos privados y una propuesta gastronómica de cocina contemporánea de autor!

Y ¿qué tal vivir un encuentro cultural que va directo al paladar? En Tseen Ja, los comensales además de degustar la cena en un nido flotante, serán sumergidos en un viaje culinario entre la cultura japonesa y la mexicana, porque aquí, fusionan las técnicas tradicionales del lejano oriente con los ingredientes mexicanos que amplifican los sabores.

Imix es otro de los espacios gastronómicos que los huéspedes pueden disfrutar, algo más relajado, pero igual de gratificante con una vista fabulosa al mar de Tulum.

RECONEXIÓN

El bienestar es otro de los pilares de Azulik, y para continuar con su visión de conectar con el hábitat y el legado de técnicas milenarias, crearon un spa y un temazcal, espacios para emprender un viaje de sanación entre cuerpo y espíritu con los elementos naturales.

Algunas de las ceremonias que ofrecen son: entonación maya, armonización de chakras, limpieza de los tres elementos, limpieza energética, ceremonia del perdón, entre otras.

Dentro del hotel se encuentra Sfer Ik, un museo abierto al público en general donde la arquitectura se fusiona con el arte.