Cuando pensamos en Coahuila, es probable que lo primero que nos venga a la mente sea el calor, el desierto y quizás, un buen cabrito, pero lo que pocos imaginan es que en medio de ese paisaje árido, se esconde un oasis que parece sacado de otro planeta: Cuatro Ciénegas. Un destino que sorprende con sus postales, su biodiversidad única y un sinfín de actividades para los viajeros que buscan algo fuera de lo común.
UN SANTUARIO DE AGUA Y VIDA
Cuatro Ciénegas se encuentra a unas tres horas en auto desde Saltillo y a poco más de dos horas desde Monclova, Coahuila.
Es un sitio famoso por sus pozas de agua cristalina que contrastan con el desierto que las rodea, siendo la más conocida la Poza Azul, un espejo de agua turquesa que parece haber sido pintado con acuarelas. Sin embargo, sus colores no son lo único que la hacen tan especial, sino que también es hogar de especies endémicas que no se encuentran ¡en ninguna otra parte del mundo! Así que, si te das una vuelta por aquí, prepárate para descubrir una biodiversidad que ha maravillado hasta a los científicos de la NASA.

VILLA COLONIAL
En este pueblito, sus platillos típicos son un viaje en sí mismo, así que no dudes en probar su clásico cortadillo, un platillo elaborado con carne cocida en un guiso de tomate, pimientos y cebollas, acompañado con tortillas de harina; o el queso con chile, la machaca y los tacos piratas.
Ahora que hemos mencionado una de sus tradiciones, debes de saber que el 19 de marzo suelen tener su fiesta patronal en honor a San José, así que, si vas en estas fechas, encontrarás una celebración con música de banda, juegos pirotécnicos y más.
PARA ALMAS EXPLORADORAS
Sin duda, Cuatro Ciénegas será uno de los lugares favoritos de aquellos viajeros que son amantes de la naturaleza y la aventura; encontrarán sitios fuera de serie, como las Dunas de Yeso, que parecen paisajes de otro mundo, con su arena blanca y fina. Son ideales para tomar fotos espectaculares o simplemente caminar y maravillarse con el paisaje.
La Poza Azul y el Río Mezquites son perfectos para refrescarse, hacer un paseo en kayak o simplemente contemplar la magia del agua en medio del desierto.
La Zona de Minas es un área repleta de fósiles marinos que, al recorrerlas, te recordarán que hace millones de años esta zona estuvo cubierta por el mar.
El Pueblo Mágico de Cuatro Ciénegas parece acogerte entre su historia, con calles tranquilas, una plaza principal a donde ir por un helado, y por supuesto, aquí podrás ver la Casa de Venustiano Carranza (quien nació aquí); todo se combina para tener una tarde relajada por el pueblito y seguir recolectando recuerdos.
Si buscas un destino diferente, con paisajes que parecen sacados de una película de ciencia ficción y experiencias que no encontrarás en otro lugar, Cuatro Ciénegas es tu siguiente destino.
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