LA LUCHA DEL DE ABAJO

¿Por cuáles ideales y sentimientos eran movidos los campesinos que se levantaron en armas durante la Revolución Mexicana? Los de Abajo es un retrato de sucesos y acciones que enmarcaron esta lucha del pueblo mexicano durante las primeras dos décadas del siglo XX.

El jalisciense Mariano Azuela redactó esta novela en plena Revolución, entregando por tomos sus escritos, desde 1915 a El Periódico del Norte. Los de Abajo es cruda, y aunque muchos piensen que Azuela critica el trasfondo revolucionario, lo que verás entre páginas será a personajes de carne y hueso, a campesinos (la mayoría sin estudios) que no eran movidos por una doctrina, sino por el hecho de hacer justicia y sobrevivir entre la carnicería y subyugo de aquella época.

La cara de los campesinos que se levantaron en armas la verás en Demetrio Macías, en El Manteca, Pancracio y el propio doctor Luis Cervantes, a quien llamaban “El Curro”, por ser un miembro de la clase media, pero enlistado al movimiento revolucionario.

Entre parajes desolados, mujeres bravías, hombres que beben y empuñan puñales cual chacales verás las charlas de estos hombres zacatecanos que formaban parte de la tropa de Macías:

-¿Corre… qué? -inquirió Demetrio, tendiendo una oreja.
Correligionario, mi jefe… es decir, que persigo los mismos ideales y defiendo la misma causa que ustedes defienden.
Demetrio sonrió: ¿Pos cuál causa defendemos nosotros?…

En ocasiones la ideología que siguen los líderes no es la misma que tiene aquel que empuña el arma, sin embargo, las tropas de la clase pobre del México de 1910 eran imparables y más de una vez se disputaban entre ellos el verdadero motivo que los mantenía en guerra.

Parte de la historia de México la encontrarás en esta novela y entre la crudeza de sus escenas, hay frases que se quedarán marcadas y hasta una sonrisa al detectar esos asomos de inocencia de una clase que sólo buscaba justicia y el respeto de sus tierras y su gente.

Otras obras del autor

Mala Yerba (1915)
Los Caciques (1917)
La Malhora (1923)
La Luciérnaga (1932)