El Valle del Nilo: fuente de vida

Entre el desierto líbico y el arábigo se encuentra el pulmón verde de Egipto: el Valle del Nilo. Este precioso jardín sembrado de trigo y caña de azúcar, es el bien preciado de los fellahs y los campesinos vestidos con galabiya (túnica larga). Atravesar este edén en busca de las maravillas de los antiguos egipcios es una aventura que sí o sí tienes que vivir.

Museo al aire libre

Egipto, cuya etimología significa “país entre dos tierras”, ocupa un lugar esencial en la génesis de las civilizaciones humanas, pues en el Alto y Bajo Egipto, conocidos como Ta-shema y Tamehu, respectivamente, se fundó una de las culturas más importantes del pasado de la Humanidad. 

El surgimiento del Estado del Egipto Antiguo se produjo hacia el 3050 a. de C., y el valle del Nilo jugó un gran papel en su organización pues ha influido en el desarrollo histórico, cultural, social y económico de esta región, constituyendo la base de una de las agriculturas de regadío más importantes del mundo; las inundaciones periódicas del Nilo condicionaban las actividades económicas que dependían, en mayor o menor grado, de la dinámica fluvial y del entorno natural.

El majestuoso Valle del Nilo cuenta con 19 km de ancho desde Asuán hasta El Cairo, y se extiende hacia el norte como una delgada cinta verde sobre el árido desierto africano, lo que lo convierte en uno de los ríos más largos del mundo. 

Aguas y templos ancestrales

Heródoto, antiguo historiador griego, describía a Egipto como “el don del Nilo”, reflejando así la admiración que ya se sentía en la antigüedad por la imagen de las pirámides, la esfinge, Tebas y el río. Faraones, griegos, romanos, árabes, turcos y británicos dominaron este país africano a través del tiempo; como consecuencia, el Egipto actual es una amalgama de esos legados.

Sólo soltando amarras se puede apreciar la relevancia y belleza de este país. Son muchas las maravillas arqueológicas que te esperan en un crucero por el Nilo, y apreciarás las comodidades en las motonaves de lujo: camarotes con aire acondicionado, televisión, mini bar, baño completo, solárium, alberca, restaurante e incluso spa. 

Un crucero por el Nilo ofrece fotografías inolvidables (si te es posible, también debes subir a uno de los medios de transporte egipcio más tradicional: la faluca) y la posibilidad de descubrir la antigua huella de los faraones, sus tesoros y su legado histórico al mundo. La mayor parte de los cruceros fluviales tardan 4 a 6 días. 

El río Nilo era venerado como un dios por los antiguos egipcios, quienes lo consideraban fuente de vida y riqueza; sus crecidas anuales marcaron el ritmo de las estaciones y la vida de quienes vivían a sus orillas.

Ciudad de palacios

Comienza tu ruta en Lúxor (a hora y media en avión desde El Cairo), sitio al que los antiguos egipcios llamaban Uast (“cetro”); los griegos la denominaron Tebas porque se parecía a la homónima ciudad griega; y los árabes la bautizaron con su nombre actual, que significa “palacios con mil puertas”.

Descubierto en 1884, el templo de Lúxor fue dedicado a Amón, el dios egipcio del viento; es sin duda una de las estructuras más espectaculares de Egipto, edificada entre 1400 y 1000 a. de C. por los faraones Amenhotep III y Ramsés II.

Comunica con el Templo de Karnak, el más grande de Egipto; construido por multitud de faraones entre los años 2200 y 360 a. de C., contiene en su interior el gran templo de Amón, otros santuarios menores, capillas y el gran lago sagrado. 

Sigue al Valle de los Reyes, la necrópolis de Egipto, donde están enterrados muchos de los faraones del Imperio Nuevo. Por su parte, en el Valle de las Reinas fueron enterrados reinas y príncipes de las dinastías XIX y XX.

Excava la historia

Situada a unos 900 km al sur de El Cairo, Asuán es un destino tranquilo del Nilo. Aquí te sugerimos navegar hasta el Templo de Philae, dedicado a la diosa Isis, que se encuentra en una isla del lago Nasser, creado artificialmente como resultado de la construcción de la Presa de Asuán entre 1958 y 1970.

Otros monumentos son el mausoleo del Agha Khan, el obelisco inacabado o la Isla Elefantina, cuyas numerosas ruinas forman parte del Patrimonio de la Humanidad desde 1979.

Concluye en Abu Simbel, yacimiento arqueológico conformado por dos templos: el de Riamsese-Meryamun, construido por Ramsés II, y el de Hathor, dedicado a la reina Nefertari.

Antes de los faraones

El delta del Nilo es una región del norte de Egipto, con ramales que desembocan en el mar Mediterráneo; esta zona es pantanosa y siempre ha sido un territorio rico en flora y fauna, y el famoso papiro egipcio se produce en su mayoría con una planta proveniente de esta zona.

En 2018, un equipo de arqueólogos franceses y egipcios descubrió el que quizás sea el poblado más antiguo jamás encontrado en el delta del río, a unos 140 km al norte de El Cairo. En él habitaba una comunidad de la que no se tiene registro, la cual se remonta a 5,000 años a. de C.

En otro descubrimiento reciente, los arqueólogos revelaron que los antiguos egipcios momificaban deliberadamente a sus muertos mucho antes de lo pensado; encontraron evidencia de momificación temprana de hasta 5,600 años de antigüedad, ¡antes del tiempo de los faraones!

Exótica y variada

La gastronomía nacional se basa en una concepción de cocina egipcio-turca donde destacan platos autóctonos como el foul (puré de papas o lentejas), la tahina (pasta de ajonjolí), el koushari (arroz, macarrones, lentejas y garbanzos con salsa picante) y el babaganoush (una espesa pasta de berenjenas), sin olvidar las diversas expresiones del kebab (kofta, shawarma, shish kebab, una comida que se caracteriza por contener diversos tipos de carne sazonados con una infinidad de especias), ni de platos recreados según viejas recetas de los tiempos de los faraones, como el ganso asado o el pato con miel.

Desde la antigüedad, el río Nilo ha servido como sustento a la población egipcia, por lo que explorar estas aguas es una excelente forma de conocer más sobre la historia de este país. 

Como dicen por allí, “El Nilo es el don de la vida”; navega por el mito y sumérgete en un universo místico.