Yo no soy madame

Emma Bovary es una infeliz joven de provincia cuyos sueños chocan cruelmente con la realidad. Casada con el médico Charles Bovary, quien la ama, pero es incapaz de comprenderla y satisfacerla, Emma buscará su realización en otros amores, pasionales, platónicos, pero ninguno de ellos logrará calmar su desesperada ansiedad y sus románticas inquietudes. 

Madame Bovary (1857) escrita por el francés Gustave Flaubert, considerado como el introductor del realismo francés del siglo XIX, es una de las mejores novelas de todos los tiempos. La obsesión de su autor por el estilo, por la búsqueda del mot juste (la palabra justa, en francés), hizo que sus obras, consideradas como escandalosas por la sociedad de su tiempo, lograran un reconocimiento unánime por parte de la crítica y de sus compañeros de letras. 

Contemporáneo del otro gran genio de la literatura francesa, Charles Baudelaire, Flaubert nos lega una obra deslumbrante que arranca con: Madame Bovary (1857), sigue con Salambó (1862), La educación sentimental (1869), La tentación de San Antonio (1874), Tres cuentos (1877) y se cierra, póstumamente, con Bouvard y Pécuchet (1881).

A través del personaje de Emma, el autor rompe con todas las convenciones morales y literarias de la burguesía del siglo XIX, tal vez porque nadie antes se había atrevido a presentar un prototipo de heroína de ficción rebelde y tan poco resignada al destino. Ella actúa de acuerdo a la pasión y necesidad que siente su corazón de avanzar en la búsqueda de su felicidad, pasando por los ideales establecidos para la mujer en esa época ¿te suena?

Un clásico de la literatura universal, y un golpe de realidad bastante vigente en nuestros días. Un libro simplemente imperdible.