Sale el sol en el desierto, un paseo por Dubái

La meca de los superlativos, la ciudad que alberga cientos de atracciones denominadas como “lo más (alto, rápido, costoso, etc) del mundo” se encuentro en Emiratos Árabes Unidos (EAU). 

Su fama por estar llena de lujo es la mejor presentación de Dubái, y aunque la gente no está errada en este aspecto, Dubái también almacena una interesante cultura musulmana y un sistema político laico que permite ser un destino de gran apertura. 

Déjate conquistar por las dunas que se ramifican en los alrededores de la ciudad, por la opulencia de sus Rolls-Royce paseando entre sus calles y por sus mezquitas que te incitan a la introspección y comunión.

¡Te invitamos a recorrer Dubái!

Pescadores que alcanzaron el cielo

Es difícil creer que hace menos de 40 años Dubái era un pueblo de pescadores en el norte del Golfo Pérsico, hace 15 años comenzaron con la edificación de rascacielos y hoy se han convertido en un oasis de diversión y vida cosmopolita.

Uno de los rascacielos que se han convertido en emblema del destino es el Burj Khalifa, considerado el más alto de la historia con 828 metros de alto y construido con acero y cristal. Es imponente verlo desde tierra, incluso hay ocasiones en que las nubes ocultan su para rayos y cúspide.

No te conformes con verlo desde tierra, el rascacielos cuenta con dos miradores, uno en el piso 124 donde la ciudad se extiende ante la mirada y otro que robó hace unos años el título del “mirador más alto del mundo” al ubicarse a 555 metros, justo en la planta 148, ¡te sentirás con vista de ave!

Otra edificación que no puedes perderte al pisar Dubái es el lujoso hotel, único con 7 Diamantes en el mundo: Burj Al Arab, construido en su propia isla y con forma de velero, tiene excelentes vistas hacia el Golfo Pérsico, incluso puedes tomar unas bellas fotos y asolearte desde la playa publica cercana, Jumeirah Beach. 

Conexión al origen

La vanguardia y sensación de ciudad futurista es real en los rincones de Dubái, pero es un pueblo que no olvida sus raíces y si quieres empaparte de su cultura de El Islam, puedes visitar el Centro Cultural Sheikh Mohammed (SMCCU, por sus siglas en inglés), allí los locales te compartirán su visión de la vida, sus tradiciones, podrás tener una comida con ellos y entender su forma de vida para así conducirte con respeto mientras estás en el destino.

Por ejemplo, un punto que se aprendió es que, aunque la mujer está inmersa en la vida laboral y social de la ciudad, es preferible que ellas no vistan ropa entallada ni escotes fuera de los hoteles, incluso a la entrada de las mezquitas es común encontrar la abeyya (túnica negra de cuerpo entero) y el shayla (velo) para poder pasar sin problema y sin incomodar a nadie.

La belleza de las mezquitas es innegable en su arquitectura. El respeto que los creyentes emanan dentro de ella también se respira conforme te acercas, en Dubái sólo existe una abierta al público, la Mezquita de Jumeirah, al contrario de muchas en ella se pueden tomar fotos en su interior, siempre con el respeto indicado y hay tours que parten desde el SMCCU de sábados a jueves.

El coqueteo de las dunas

Estar boquiabierto ante la construcción del hombre en Dubái no es para menos… ¡y prepárate para asombrarte aún más! 

Una de las actividades que marcan como imperdible en el destino es el safari en el desierto, estos tours te permiten pasear en autos 4×4 por uno de los desiertos más extensos del mundo, el Desierto de Arabia, apenas te alejas unos kilómetros de la urbe y comienza a aparecer el paisaje cargado de arena dorada y piedras y ya en su corazón, las dunas, tan cambiantes como el viento.

El atardecer es el momento perfecto para este tour pues te permitirá ver el juego de sombras y ese sol de Medio Oriente hipnotizante. Junto a este espectáculo natural, hay tours que incluyen la experiencia de pasear en camellos, aprender sandboarding y culminar con un campamento donde el picnic con dátiles, quesos, shisha y más se complementa con un espectáculo de danza del vientre y un poco de folclor de los bailes tradicionales.

Bocados de Medio Oriente

La gastronomía autóctona de Dubái es una mezcla de sazón e ingredientes de Siria, Líbano e Irán lo que la dota de una fusión de carnes, vegetales y condimentos exquisita, eso sí, en cuanto a carnes, el consumo de cerdo está prohibido. 

La más famosa receta es el hummus, crema de garbanzo que se puede acompañar de pan pita; después, por qué no probar el tabbouleh, una ensalada de sémola, perejil, lechuga, jitómate y más vegetales que es frescura pura en el calor; y ya como plato fuerte, el Makbus, carne de cordero con especias y arroz.